Las empresas de transporte trabajamos diariamente para que la carga llegue siempre en el tiempo y forma establecidos a su destino. No obstante, esta tarea se puede complicar cuando en algún punto de la operación, interviene el transporte marítimo. En este sector, hemos de tener en cuenta los conceptos de demoras y ocupaciones en el transporte marítimo y los problemas que estos nos pueden acarrear para que el transporte se realice de manera exitosa.
Las demoras y ocupaciones en el transporte marítimo son dos términos a tener en cuenta, pues implican entre otros, costes variables que puede que no se tuviesen contemplados en un principio.
Sigue leyendo y te explicamos brevemente qué son y cómo pueden afectar al transporte internacional de mercancías.
Demoras
Cuando hablamos de las demoras, nos referimos a los costes que aplica la naviera a la empresa por utilizar sus contenedores. Importante saber que el cobro del importe correspondiente se hará tanto en el puerto de origen como en el puerto de destino.
A pesar de que no hay unas tarifas fijas, estas pueden rondar los cincuenta euros diarios. Este importe se refiere a los contenedores de 20 pies de tamaño, pudiendo llegar a unos 70 para los que alcanzan los 40 pies.
En cualquier caso, precisamente porque no hay unas tarifas fijas al respecto, se puede negociar. La negociación de las demoras dependerá principalmente del poder que tenga cada una de las partes, el volumen de la mercancía, el tiempo que esta estará en los contenedores…
Por último, es importante decir que las navieras suelen conceder unos días de gracia durante los cuales no se aplican cargos por este concepto. Habitualmente son de cinco a siete los días en que las demoras están libres de gastos.
Ocupaciones
En este caso, las ocupaciones se refieren al coste que aplica la terminal en base al espacio ocupado por los contenedores. Aquí sin embargo, no se puede disfrutar de días de gracia sin costes.
Estos costes empezarán a cobrarse desde el momento en que el contenedor llega entero a la terminal y hasta que embarca en el buque. Cuando se trata de una importación, se factura desde la llegada a la terminal hasta que el contenedor es retirado.
¿Cómo inciden estos conceptos en el transporte marítimo?
Las operaciones de importación y exportación siempre conllevan una serie de costes. Las más habituales son siempre el transporte al puerto, la carga en el buque, el flete o el despacho aduanero.
No obstante, la demora y la ocupación son conceptos a tener en cuenta para evitar sorpresas en los costes finales. Son considerados costes variables, ya que aunque la previsión sea buena no se conoce del todo el importe final hasta que se ha llevado a cabo el transporte en cuestión.
Para evitar que esta parte de la operación nos dispare el precio final de la misma, es conveniente conocer a fondo toda la documentación exigida para realizar el envío; que dependerá de los países implicados o el tipo de mercancía que se transporta. Es por ello que, las empresas de transporte han de llevar a cabo una planificación lo más exacta posible; conocer los días libres de las navieras y puertos, así como de otros agentes implicados en el porte y de este modo, evitar costes adicionales.
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